EL FRUTO DE UNA PASIÓN

“Trabajando duro, viejo, espero hacer algo bueno algún día. No lo hago todavía, pero lo persigo y lucho.”

Van Gogh fue un artista no reconocido en su época. Habiendo aguantado burlas, comentarios satíricos y desafortunadas situaciones a lo largo de su vivir, terminó por ser el más grande de todos. Esta es la posible reacción que habría tenido si descubriese que pasó de chapucero pintamonas a genio pictórico.

Nos hemos percatado ya, mediante artículos, vídeos o profesores, de que el conocidísimo Van Gogh era un hombre sensible cuya vida estuvo cargada de baches e incomprensión hacia su obra, cosas que terminaron llevándolo a la muerte. Por ello, muestro esto ahora como forma de hacer creer a aquellos que piensan que no hacen bien las cosas en sus creaciones, pues siempre puede ocurrir como le sucedió al pintor pelirrojo.

Siendo ésta una entrada breve que se relaciona con la anteriormente hecha, dejo aquí un vídeo de la popular serie El Doctor Who en donde se muestra, desde mi punto de vista, una manera muy acertada y emotiva de cómo un hombre como Vincent, artista loco y no apreciado en su tiempo, reaccionaría en el presente tras ver cómo al fin sus pinturas terminaron por ser las más famosas del mundo, junto con su figura en cuanto a arte se refiere. Ese paso de la desgracia y frustración a la mayor relevancia y éxito total se refleja fiel a los sentimientos que se dice que él tenía, dando como resultado una sensación que el actor reproduce bien en los ojos del llamativo autor.

Puede que esto no tenga mucho que ver con la cultura audiovisual, pero sí tiene que ver con una clave que relaciona a todo creador de cualquier campo existente con su cumbre: el creer en lo que le hace crear y no atender al desaliento de su alrededor.

Aquí queda su experiencia  y, por favor, recordad las palabras que él mismo dijo poco antes de morir: “Si oyes una voz diciendo dentro de ti que no sabes pintar, pinta… y la voz se callará.”